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ACTINOMICOSIS

Es una infección bacteriana crónica que generalmente afecta cuello y cara. La causa es una bacteria anaerobia, llamada Actinomyces israelii, la cual es un organismo común, que normalmente no causa enfermedad (no patógeno) y que se encuentra en la nariz y en la garganta.

Las lesiones por actinomicosis pueden ubicarse en la cara y el cuello, el torax, las regiones ileocecales y en la región pélvica. La infección no es contagiosa y a pesar de su nombre es causada por una bacteria y no por un hongo.

Los síntomas ocurren cuando la bacteria entra en los tejidos faciales después de un traumatismo, cirugía o infección. Un desencadenante común es el absceso dental o la cirugía oral. La infección también se ha observado en algunas mujeres que han tenido un dispositivo intrauterino (DIU) para prevenir el embarazo.

Una vez en el tejido, forma un absceso, produciendo una protuberancia dura de color rojo intenso a rojo púrpura, a menudo en la mandíbula, de donde proviene su nombre común de “mandíbula abultada”.

Finalmente, el absceso irrumpe a través de la superficie de la piel para producir un conducto sinusal que drena.

El tratamiento de la actinomicosis generalmente requiere antibióticos por varios meses hasta un año. Asimismo, se puede necesitar el drenaje quirúrgico o extirpación de la lesión. El uso de OHB presenta buenos resultados para este tipo de afección.

 

FUNDAMENTACIÓN

La oxigenación hiperbárica (OHB) actúa directamente sobre los gérmenes anaerobios ya que éstos carecen de enzimas tales como las Catalasas, S.O.D. y Peroxidasas, entre otras, que actúen sobre la gran variedad de radicales libres que se producen durante la terapia hiperbárica. De esta forma la OHB permite la rápida inactivación de los mecanismos naturales de defensa del huésped.

 

PROTOCOLO

El protocolo dependerá de la gravedad del proceso, 1-2 sesiones diarias de 2.2 a 2.5 ATA. Reevaluación a las 10 sesiones.

 

 

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